Uno de los productos más especiales que he creado en los últimos meses, son los estuches de cabecitas bordadas, resultado de varias acciones. Como ya conté en el post de las postales de cabecitas bordadas, tras el diagnóstico de Amaia, tardé un tiempo en volver a bordar, pero cuando lo hice fue con un sentimiento desbordante. Ver su cabecita sin el melenón que tenía antes de empezar el tratamiento de quimioterapia fue muy duro al principio, pero enseguida nos dimos cuenta de que su belleza no dependía de aquella melena, ella es preciosa de todas las formas posibles. Aquella cabecita me tenía enamorada, no podía dejar de besarla, tocarla, admirarla. Lo que en un principio era un recordatorio constante de la enfermedad, se convirtió en el recordatorio constate de que todo tiene un principio y un final, y transformé todos mis miedos en una fuerza tremenda.
Su cabecita fue uno de los primeros bordados que hice tras aquel parón, un día me la imaginé con una corona de flores preciosa, deslumbrante y orgullosa, y la bordé. Para mi sorpresa, al ver el bordado y sin decirle nada, ella me dijo que aquella cabecita era ella misma. Se vio retratada y me gustó mucho.
De aquel primer bordado de cabecita surgieron los estuches con otras cabecitas de diferentes tonos de piel y distintas coronas de flores. Después, las postales que publicamos en diciembre de 2020. La segunda remesa que hoy he subido a la tienda me parece muy especial, ya que solo una de ellas tiene las flores en la cabeza y el exterior del estuche es liso, sin nada que quite protagonismo al bordado.
Estos estuches bordados están hechos con telas de algodón y lino 100%, cinta de algodón, relleno con una guata ligera y bordado sobre acuarela. Cada pieza es única y la combinación de telas se elige especialmente con mucho mimo para cada uno de los modelos. Son diseños únicos, igual que cada una de las personitas que sufre la dureza de los tratamientos que los dejan con la cabecita al aire por un tiempo.
El estuche cerrado mide aproximadamente 22 x 10 cm y en cada remesa hay alguna modificación de telas, flores, y tono de piel de la cabecita, pero siempre se mantiene el mensaje que se quiere transmitir. Esas cabecitas sin hermosas, con pelo o sin él, y su corazón aún más.
Aunque cada cierto tiempo publique una mini remesa de estuches, puedes ponerte en contacto conmigo para hacer algún encargo o personalización para futuros estuches. Escríbeme 🙂