El 6 de julio de 2020 Alex y yo cumplimos 8 años casados, y también fue el día que la leucemia paró nuestras vidas. La congeló, la llenó de miedos, vértigo y lágrimas. Fue un golpe duro que no esperábamos, que apareció casi de a noche a la mañana, pero contra todo pronóstico, nos enseñó que a pesar de toda la oscuridad en la que nos metimos, hay mucha luz y mucho amor a nuestro alrededor, capaces de recargarnos la barrita de energía que nos hace falta para afrontar este camino que ahora recorremos. #Amaiapolitxe va a poder con esto, y si tropieza o tambalea, nosotros la levantaremos con amor, y la haremos llegar a la meta, no puede ser de otra forma. Tenemos una campana que tocar, que espera paciente a que llegue el momento.


Bordando cabecitas
Le tenía mucho miedo al momento caída de pelo de Amaia por cómo pudiera afectarle, parece una bobada si lo comparas con el resto de efectos secundarios del tratamiento contra la leucemia, pero también es duro y hay que pasar por ello. Lo hemos llevado con tanta naturalidad que, a pesar de ser un recordatorio constante de la enfermedad, está preciosa igualmente y no podemos parar de besar esa cabecita bonita. #Amaiapolitxe es preciosa porque tiene un corazón precioso y sabe sonreír con los ojos.
En los primeros meses del tratamiento, hice una serie de bordados inspirados en su cabecita sin pelo. Esa imagen que tanto nos asustaba al principio, se convirtió en dulzura y admiración. Y según íbamos avanzando con el tratamiento, fuimos poniendo nombre a las cabecitas con las que nos cruzábamos en el hospital. Noah, Danel, Martin, etc. Bordaba cabecitas y en cada puntada me acordaba de todas ellas, del color de sus ojos, de las sonrisas con la mirada, del tono de su piel, de su forma de jugar en aquellas interminables horas de Hospital. Cada cabecita tenía nombre propio en mi cabeza. Todas son únicas. Demasiados sentimientos en un trozo de tela.

Ganas de ayudar
Entonces llegó la propuesta de mi amiga Pilar. De esa admiración profunda por Amaia y por tod@s l@s niñ@s que están pasando por la misma o similar situación, nació la idea de crear una colección de postales para llegar a mucha gente con un mensaje bonito y esperanzador. Mi amiga Pilar de Miota (@_miota_) me propuso juntar nuestra creatividad y aquí está el resultado de la unión de mis bordados y su diseño de las postales.
Las postales de cabecitas bordadas
A partir de aquellos primeros bordados mientras Amaia daba sus primeros pasitos en el tratamiento contra la leucemia, creamos un pack de postales de cabecitas bordadas que contiene 7 postales de 6 cabecitas bordadas con mucho cariño y respeto, con sus 7 respectivos sobres.
De cada pack de postales, la mitad del importe sin IVA (8€) irán destinados a Asociaciones relacionadas con el cáncer infantil, para financiar más investigación y ayuda a las familias (gastos de envío aparte). Cada euro cuenta y con esta acción queremos aportar nuestro granito de arena, creando conciencia, dando visibilidad y compartiendo belleza.
A día 10/01/2021, llevamos donados 160€ a Aspanovas, Asociación de padres y madres de niños, niñas y adolescentes con cáncer de Bizkaia. Y 24€ a la Asociación Pablo Ugarte, que financia equipos de investigación para la lucha contra el cáncer infantil.
Están a la venta en la tienda.

GRACIAS. ESKERRIK ASKO.
Con la compra de estas postales de cabecitas bordadas, se da valor a lo artesano, a lo hecho con muchísimo mimo. Son piezas que llevan su tiempo elaborar y que muchas veces no tienen cabida en este ritmo de vida loco que llevamos. Además, se forma parte de una red de solidaridad que de primera mano mi familia y yo agradecemos de corazón.
